Rona, una loba nacida en la histórica ciudad de Lorca, Murcia, fue el tercer cachorro de una camada de cuatro hermanos mellizos: dos hembras y dos machos. Crecer en una familia numerosa nunca fue fácil, especialmente cuando cada hermano destacaba en algo diferente, generando una competencia constante. Sin embargo, Rona siempre fue diferente: mientras los demás buscaban atención con esfuerzo, ella sabía cómo ganarse su lugar con inteligencia y astucia.

Desde pequeña, Rona demostró ser más avispada que sus hermanos. Sus travesuras eran elaboradas, creativas y rara vez la pillaban. Incluso cuando lo hacían, su habilidad para manipular las emociones y argumentos era tan eficaz que sus padres terminaban creyendo en su inocencia. Esta capacidad no pasó desapercibida para su familia, quienes bromeaban diciendo que podría "hablar hasta a un juez de que el cielo es verde".

Aunque la infancia fue un periodo lleno de cariño, también enfrentó la presión de no desentonar en un hogar donde todos competían por destacar. Esto la llevó a desarrollar una mentalidad estratégica, observando cuidadosamente cómo funcionaba el mundo a su alrededor y eligiendo con precisión dónde invertir sus energías. En su adolescencia, esta mentalidad se tradujo en excelentes calificaciones, pero también en una capacidad innata para convencer a profesores y compañeros de su visión, lo que cimentó su liderazgo.

Cuando llegó el momento de elegir una carrera, Rona sorprendió a todos al decidir estudiar Derecho. Para muchos de sus amigos y familiares, parecía una decisión fuera de lugar: una loba tan astuta y algo traviesa no encajaba con la imagen tradicional de un abogado formal y serio. Sin embargo, para Rona, el derecho era una herramienta para desafiar las reglas de un mundo dominado por los machos y construir su propio camino.

Durante sus años universitarios, se enfrentó al escepticismo de compañeros y profesores, pero no tardó en demostrar que su agudeza mental y capacidad de persuasión eran imbatibles. Incluso en ambientes hostiles, Rona supo usar el sistema a su favor, destacándose no solo como estudiante brillante, sino como una de las mentes más prometedoras de su generación.

Tras graduarse, Rona ingresó al mundo laboral, donde las dificultades solo se intensificaron. En un entorno legal lleno de prejuicios y barreras impuestas por machos que subestimaban a las hembras, Rona no se dejó intimidar. Con el tiempo, logró abrirse paso y ascender hasta convertirse en fiscal, ganándose una reputación como implacable en los tribunales. Su nombre se convirtió en sinónimo de justicia, estrategia y un desafío constante al status quo.

El día que todo cambió, Rona se encontraba en una reunión estratégica en su bufete. Era una tarde cálida, y los ventanales de la sala de juntas ofrecían una vista privilegiada del casco histórico de Lorca. Durante la reunión, comenzaron a llegar noticias confusas sobre una extraña nube rosa que cubría algunas zonas del pueblo. Minutos después, el gas empezó a infiltrarse en el edificio a través de los conductos de ventilación.

Rona, junto con otros empleados, fue rápidamente afectada por el gas. La transformación comenzó de manera abrupta: su cuerpo creció en proporciones increíbles, alcanzando los 2,96 metros de altura, mientras su figura se fortalecía y adquiría una presencia imponente. Entre sus piernas, un cambio inesperado: un miembro masculino de 98 centímetros emergió, simbolizando su entrada en una nueva era física y psicológica.

El proceso no solo alteró su cuerpo, sino también despertó impulsos primitivos y emociones que hasta entonces había mantenido bajo control. Durante horas, Rona se dejó llevar por estos instintos, explorando sus nuevos límites en un mundo que ya no era el mismo.

Cuando el caos inicial del T-Day se calmó, Rona entendió que este cambio era más que físico: era una oportunidad para redefinir su lugar en la sociedad. Usando su nueva estatura y poder, junto con su intelecto afilado, comenzó a tejer una red de influencia en la naciente estructura política de las gigantas.

En este contexto, SinCorp emergió como una fuerza dominante, y Rona vio una oportunidad única para aliarse con ellos. Usando su experiencia como fiscal y estratega legal, se convirtió en una figura clave en las negociaciones entre la compañía y el gobierno central. Su principal tarea fue trabajar con Juxta, la abogada personal de SinCorp, para garantizar que los planes de la doctora Sin fueran implementados en el nuevo orden social.

Rona, ahora una mezcla de inteligencia, poder físico y ambición, se encuentra en la cúspide de su influencia. Representa no solo a las gigantas en el ámbito político, sino también la posibilidad de armonizar la ley con los cambios radicales que trajo el T-Day. Aunque muchos la ven como una líder carismática, otros temen el alcance de sus planes, sabiendo que detrás de su sonrisa siempre hay un objetivo oculto.

Personalidad

Rona es astuta, estratégica y tremendamente persuasiva. Desde joven demostró ser ingeniosa y encantadora, capaz de salirse con la suya incluso en las situaciones más complicadas. Su mente analítica y capacidad para adaptarse la convierten en una líder nata, mientras que su ambición y determinación le permiten enfrentarse a cualquier obstáculo. Aunque puede parecer fría y calculadora en ocasiones, posee un carisma natural que la hace ganar aliados con facilidad. Ahora, como giganta, su confianza y audacia han alcanzado un nuevo nivel, haciendo de ella una figura influyente tanto en el ámbito legal como político.

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