Datos
Nombre Riley
Edad 18 años
Raza Panda roja
Oficio Tatuadora
Ubicación Constantí (Tarragona)

Biografía

Riley, la panda roja, nació en el pequeño pueblo de Constantí, cerca de Tarragona, en una familia humilde que luchaba por salir adelante. Desde pequeña, Riley fue muy cariñosa con sus padres, buscando siempre su afecto y apoyo. A pesar de que no era una niña extrovertida, logró formar varias amistades a lo largo de su infancia, aunque estas tendían a ser pasajeras. Siempre se sintió bien en su mundo pequeño, en su pueblo, donde podía disfrutar de la tranquilidad de su entorno. No le importaba si sus amigos se iban, ya que encontraba consuelo en las pequeñas cosas de la vida. Pero había algo en su interior que siempre deseaba más: una conexión más profunda, algo que no siempre lograba encontrar.

En el colegio, Riley no destacaba especialmente. Era una estudiante promedio, haciendo lo necesario para cumplir con sus obligaciones sin destacar demasiado ni en las notas ni en el comportamiento. Sus profesores la consideraban una joven tranquila, aunque con una tendencia a hacer alguna que otra broma que no siempre era bien recibida. No era conflictiva, pero tampoco la más aplicadísima, simplemente se mantenía en su lugar.

Pero su vida dio un giro inesperado cuando tenía 13 años. La muerte de su abuelo, quien había sido una de las figuras más cercanas en su vida, le golpeó profundamente. La tristeza de perderlo fue insoportable, pero lo que realmente destrozó su mundo fue el abrupto divorcio de sus padres pocos meses después. La separación fue repentina, dolorosa y, sobre todo, confusa. Riley no entendió por qué todo se derrumbaba tan rápidamente. En lugar de encontrar consuelo en su madre o su padre, los vio sumidos en su propio dolor. Su madre, ocupada con el divorcio, y su padre, atrapado en el duelo por la muerte de su abuelo, no pudieron ofrecerle el apoyo que tanto necesitaba.

A medida que su familia se fragmentaba, Riley comenzó a replantearse su lugar en el mundo. Se sintió sola, desprotegida, como si sus padres y su familia no estuvieran allí cuando más los necesitaba. Esto alimentó un creciente sentimiento de abandono y resentimiento. Aunque sus padres intentaban calmar las aguas con regalos y promesas de estar ahí para ella, Riley los percibió como intentos vacíos de suplir lo que realmente le hacía falta: el amor y la cercanía emocional que había perdido. En su corazón, la rabia hacia ellos comenzó a acumularse.

El cambio en Riley fue radical. La joven que alguna vez fue amable y dulce se tornó rebelde y agresiva. Sus profesores no entendían cómo alguien tan tranquila podía transformarse en una persona tan desobediente, siempre desafiando las normas y buscando maneras de llamar la atención. Ya no era la niña que se conformaba con ser el centro de su pequeño mundo, sino una joven que, al sentirse abandonada, decidió dar rienda suelta a su frustración. Se volvió más sarcástica, mal hablada, y comenzó a actuar de manera impulsiva, sin preocuparse por las consecuencias.

Aunque su madre trató de ayudarla llevándola a terapia, Riley rápidamente manipuló a los psicólogos para que la vieran como un caso menos grave de lo que realmente era. No mostraba mejoría, y su madre se frustraba cada vez más. Riley se sentía atrapada en una rutina de dolor y frustración, sin poder encontrar una salida. Sentía que su familia ya no la entendía, que no podía confiar en ellos, y eso la impulsó aún más hacia la rebeldía.

Cuando Riley cumplió 17 años, justo al terminar la escuela, la vida le dio otro giro inesperado: el famoso T-Day. Mientras estaba en un parque, fumando con sus amigas como si nada ocurriera, una nube de gas rosa la envolvió. Riley no sabía lo que estaba pasando, pero rápidamente experimentó la transformación que cambiaría su vida para siempre. Su cuerpo creció de forma abrupta hasta los 3,84 metros, y entre sus piernas emergió un miembro masculino de gran tamaño. La transformación fue tan súbita y sorprendente que, al principio, Riley se quedó sin palabras.

Sin embargo, a medida que la nueva realidad de su cuerpo comenzaba a asentarse, se dio cuenta de algo sorprendente: se sentía poderosa. Los impulsos sexuales que surgieron con su transformación fueron arrolladores. En lugar de sentirse confundida o asustada, Riley se dejó llevar por la euforia del cambio. El sentimiento de control que antes había deseado, ahora lo tenía de manera física. No tardó en aprovechar esa nueva confianza, y con sus amigas en el parque, su energía se desbordó de manera impulsiva y liberadora. Aunque el comportamiento fue algo chocante para ellas, Riley no se sintió culpable. Por primera vez en mucho tiempo, sentía que algo a su alrededor estaba bajo su control.

Después de lo ocurrido, Riley regresó a casa y, aunque su madre se preocupó por el cambio en su apariencia, ella no mostró señales de importancia en lo más mínimo. En lugar de sentirse insegura, Riley comenzó a ver su transformación como una oportunidad para definir su nueva identidad. Durante los meses siguientes, se dedicó a personalizar su cuerpo de manera más extrema. Se hizo piercings en la ceja, en las orejas, e incluso una fila de ellos en la parte baja de su imponente miembro, y decoró su cuerpo con tatuajes que hablaban de su resentimiento, su dolor y su deseo de autonomía. Sus tatuajes fueron variados, grabándose en la piel cosas como: "Daddy" justo encima del escote, "My Father Calls Me Daddy" en el muslo derecho, "My Religion is Rape" en el muslo izquierdo y hasta "Toy Breaker" justo encima de sus genitales. Todo con tal de dejar clara su personalidad a todo el que la viese.

A lo largo de su nueva vida, Riley comenzó a forjar nuevas relaciones. Conoció a Magpi, una giganta cuervo de un pueblo cercano, y juntas comenzaron a compartir experiencias que las conectaron de manera única. A medida que Riley se introducía en el mundo de las jóvenes gigantas, conoció a Jenny, con quien también formó una amistad cercana. Las tres compartían una conexión basada en la comprensión mutua de sus transformaciones y de lo que significaba ser parte de un grupo marginalizado.


Personalidad

Riley es una joven compleja, marcada por un profundo resentimiento hacia su familia y su entorno. Inicialmente dulce y cariñosa, su mundo se destruyó con la muerte de su abuelo y el divorcio de sus padres, lo que la llevó a desarrollar una personalidad rebelde y agresiva. Ahora, es desafiante, audaz y no tiene miedo de romper las normas. Su actitud suele ser provocadora, y su sarcasmo es su principal defensa ante el dolor que aún arrastra. Aunque su exterior es duro y a menudo frío, Riley busca una forma de redención personal, luchando entre sus impulsos de poder y una necesidad de sanar las heridas del pasado.


Curiosidades

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Apariciones