
Biografía
Hydey nació en la alegre y vibrante ciudad de Granada, la menor de dos hermanas. Desde su infancia, su hermana mayor, Berry, fue su mayor apoyo y guía, desempeñando el papel de cuidadora y protectora. Con sus padres dedicados a trabajos que los mantenían fuera de casa la mayor parte del tiempo, Berry asumió una responsabilidad enorme desde muy joven, criando a Hydey con un amor inquebrantable y siendo su ejemplo a seguir. Las dos hermanas eran prácticamente inseparables, unidas por un lazo que parecía irrompible, construido sobre años de complicidad y cariño mutuo.
A medida que crecía, Hydey mostró una personalidad peculiar y multifacética. Tenía momentos en los que era increíblemente reservada, introspectiva, y prefería el aislamiento, casi como si el mundo exterior le intimidara. Sin embargo, en otras ocasiones, mostraba un lado extrovertido, juguetón y lleno de energía, dejando ver un espíritu libre y desinhibido. Esta forma de ser tan cambiante la hacía destacar entre sus compañeros en el instituto, donde la reacción de los demás fue tan variada como sus estados de ánimo. Algunas chicas la admiraban y se sentían atraídas por su ternura y la complejidad de su carácter, encontrando en ella una coneja encantadora y única. Pero otros, especialmente aquellos que no comprendían su dualidad, comenzaron a burlarse y a criticarla cruelmente, alimentando su inseguridad y haciendo que su lado más tímido y vulnerable se impusiera.
A lo largo de estos años, Berry se mantuvo como la figura protectora que siempre fue, lista para defender a Hydey de cualquier agresión. A pesar de su aparente fortaleza, Berry también sabía cuánto sufría su hermana y hacía todo lo posible para darle un entorno seguro y amoroso. Cuando las hermanas decidieron independizarse y comenzar a vivir juntas, parecía que sus vidas finalmente estaban encontrando un equilibrio. Pero todo cambió de manera abrupta el día conocido como T-Day.
El cielo sobre Granada se tiñó de un ominoso rosa cuando una nube de gas misterioso descendió sobre la ciudad. Hydey, atrapada en el caos, inhaló el gas, y su cuerpo comenzó a sufrir una metamorfosis radical. Su estatura aumentó desmesuradamente, transformándola en una giganta de 2.98 metros. Sus músculos se tensaron y fortalecieron, y lo que una vez fueron sus rasgos femeninos se alteró irremediablemente: sus genitales cambiaron, y ahora poseía una anatomía masculina. Sin embargo, el cambio físico no fue lo más aterrador. El gas alteró su mente de una manera devastadora, exacerbando lo que antes era una ligera bipolaridad hasta convertirlo en una disociación total, creando dos personalidades distintas y en conflicto.
Una de estas personalidades, la original Hydey, seguía siendo tímida, dulce y llena de remordimientos. Pero la otra, surgida como una manifestación de los impulsos más oscuros y reprimidos de Hydey, era completamente salvaje, descontrolada y lasciva. Cuando la transformación terminó, esta personalidad desatada tomó el control, y lo que ocurrió después marcaría sus vidas para siempre. Sin control sobre sí misma, Hydey se vio consumida por un deseo sexual feroz y desenfrenado. Sin poder pensar con claridad ni razonar, su mirada se dirigió a la única persona presente: su hermana, Berry.
El arrebato fue brutal. Berry, siempre fuerte y valiente, no pudo hacer nada frente a la fuerza sobrehumana y el tamaño colosal de Hydey transformada. En medio de un frenesí incontrolable, Hydey agredió sexualmente a su hermana, dejando a Berry al borde de la muerte. Las piernas de Berry quedaron destrozadas, y sus órganos internos sufrieron daños severos. Lo que había sido un vínculo de amor y protección se convirtió en una escena de horror indescriptible.
Cuando el frenesí terminó y la Hydey original volvió en sí, la devastación y el miedo se apoderaron de ella. Con el corazón roto y sintiéndose la peor de las criaturas, Hydey cargó a su hermana herida hasta SinCorp, la poderosa organización que había surgido tras el T-Day. Entre lágrimas y súplicas, rogó a Sin por la vida de Berry. Sin, conocida tanto por su frialdad como por su habilidad, accedió a ayudar. Con la tecnología más avanzada, los científicos de SinCorp lograron salvar a Berry, reemplazando sus órganos dañados con versiones sintéticas y equipándola con piernas ortopédicas tan avanzadas que parecían salidas de una película de ciencia ficción.
El acto de salvar a Berry creó un lazo de lealtad eterna entre Hydey y SinCorp. A pesar de sus propias inseguridades y del miedo constante de volver a perder el control, Hydey siente una gratitud inmensa hacia la organización. Sin embargo, la vida no es fácil: Hydey vive cada día con el peso de lo que hizo, luchando contra la personalidad oscura que amenaza con resurgir cada vez que siente el más mínimo rastro de excitación. Su existencia se ha convertido en un equilibrio frágil entre la culpa, el miedo y la esperanza de que, algún día, pueda controlar el monstruo que lleva dentro.
Personalidad
Hydey es una coneja con una personalidad compleja y dual que se refleja en su comportamiento. En su estado original, es una persona introvertida, sensible y a menudo tímida, que busca la paz y la seguridad en su entorno. Tiende a ser reservada, reflexiva y, a veces, insegura, especialmente debido a las burlas que sufrió en su adolescencia. A pesar de esto, tiene una profunda lealtad hacia su hermana Berry, quien siempre la protegió y fue su modelo a seguir.
Sin embargo, tras su transformación en el T-Day, Hydey desarrolla una segunda personalidad, completamente opuesta. Esta nueva Hydey es desinhibida, lasciva y salvaje, guiada por una sed insaciable de gratificación y deseos impulsivos. La diferencia entre ambas personalidades es tan marcada que, cuando la parte introvertida de Hydey se ve desplazada por su faceta más descontrolada, pierde completamente el control de sí misma. Esta lucha interna entre la dulzura y la agresividad la consume constantemente, dejándola con un profundo sentimiento de culpa y miedo de hacerle daño a las personas que más quiere.