Datos
Nombre Yana
Edad 28 años
Raza Tigresa blanca
Oficio Gerente de hotel
Ubicación El Grove (Pontevedra)

Biografía

Yana nació en El Grove, un pintoresco pueblo costero cercano a Pontevedra, en una isla privada que se conectaba al continente por un puente exclusivo. La isla, un paraíso de lujo, era el hogar de su familia, quienes vivían en una opulenta casa con vistas al mar. Su padre, Dimitri, un hombre de negocios de ascendencia escandinava, era dueño de un resort hotelero de renombre, que atraía a turistas de todo el mundo. La familia disfrutaba de una vida de alto nivel, llena de comodidades y una rutina sin preocupaciones económicas. Sin embargo, detrás de este mundo dorado, Yana siempre sintió una desconexión con su familia, principalmente debido a su hermano mayor, Lars, quien desde su infancia fue el claro favorito de su padre.

Lars, de carácter tranquilo y carismático, siempre había sido el orgullo de su padre. La preferencia hacia él no solo se debía a sus cualidades como hijo, sino también a las raíces escandinavas de la familia, algo que Dimitri consideraba esencial para su legado. Mientras tanto, Yana, nacida con una naturaleza más independiente y algo introvertida, comenzó a sentir que su presencia nunca era suficientemente apreciada. Dimitri, obsesionado con la imagen perfecta de su familia, nunca supo ver el verdadero potencial de su hija. Ante esta indiferencia, Yana se acercó más a su madre, Alma, una mujer apasionada y afectuosa que siempre supo valorar la sensibilidad y la fortaleza de su hija. La relación con Alma fue el refugio de Yana en una casa donde siempre se sintió eclipsada por su hermano y las expectativas de su padre.

Desde pequeña, Yana fue una niña físicamente imponente, lo cual la diferenciaba de sus compañeros. Aunque no era ni obesa ni excesivamente musculosa, su cuerpo de complexión robusta y su estatura superior a la de muchas chicas de su edad hacían que se destacara, lo que le generó una mezcla de admiración y rechazo. Su tamaño la hacía sentir como una especie de extraña en su entorno, como si estuviera fuera de lugar. En la escuela, algunos de sus compañeros la veían como una figura intimidante y fascinante, pero otros no podían evitar burlarse de ella por no cumplir con los estándares estéticos que predominaban. A pesar de los comentarios y las miradas curiosas, Yana desarrolló una gran confianza en su físico y, más importante aún, en su inteligencia y capacidad de adaptación.

Durante su adolescencia, Yana comenzó a interesarse por el negocio hotelero de su familia. Mientras Lars se mostraba apático y más interesado en la vida social, Yana devoraba libros sobre gestión hotelera, turismo y arquitectura. Su madre, apoyando su pasión, la animó a estudiar sobre el mundo de los negocios, y aunque sus padres nunca le otorgaron la misma importancia que a su hermano, Yana sentía que había encontrado un camino que la haría destacar por su cuenta. No obstante, la dinámica familiar no cambió: Dimitri continuaba mirando a Lars como su sucesor natural, mientras Yana se esforzaba por destacar a su manera, sin el apoyo real de su padre.

La tensión en la familia fue en aumento. Yana, sintiendo que nunca sería suficiente para su padre, comenzó a cuestionarse su lugar en la familia y su relación con él. Un día, después de una discusión especialmente intensa con su padre sobre la dirección futura del resort, Yana, en un arrebato de frustración y enojo, empujó a su padre, quien cayó contra un mueble y perdió el conocimiento. El impacto no fue intencional, pero el miedo de Yana fue instantáneo. ¿Había matado a su padre sin querer? La angustia la consumió, sin saber qué hacer, y esa noche fue una de las más largas de su vida. Su madre, al llegar a casa, la encontró desesperada y la abrazó, asegurándole que todo estaba bien, pero Yana sabía que las cosas ya no serían las mismas. Aunque su padre despertó sin consecuencias graves, la relación con él cambió irremediablemente.

Poco después, el T-Day ocurrió, transformando para siempre el destino de Yana. La nube de gas rosa invadió su hogar en el momento menos esperado. La transformación fue tan repentina como impactante: Yana creció hasta 3,10 metros de altura, su cuerpo se alargó, su piel se volvió más tensa y poderosa. Los rasgos que antes le parecían defectos, como su tamaño, ahora la hacían parecer una figura aún más imponente, una giganta en todo su esplendor. Sin embargo, la mayor transformación fue la que ocurrió en sus genitales, que adoptaron una forma masculina, un cambio que, aunque desconcertante, no la perturbó tanto como la alteración de su físico.

Al llegar su madre, Alma quedó asombrada y preocupada por la nueva apariencia de Yana, pero rápidamente se armó de valor para protegerla. Con una tranquilidad que solo las madres en situaciones extremas pueden tener, Alma aceptó el cambio y se ofreció a ayudarla a comprender lo que había sucedido, dejándole claro que siempre la amaría. Mientras tanto, la sociedad, que había cambiado radicalmente, ya no reconocía los derechos de los machos, un giro que, para Yana, ofreció nuevas posibilidades. Ya no sería vista como una "extraña", ahora tenía una oportunidad para tomar las riendas de su destino y el negocio familiar.

Con el apoyo incondicional de su madre, Yana tomó el control del resort hotelero, un movimiento audaz que sorprendió a todos, incluido su padre, que, incapaz de enfrentarse a su hija transformada, terminó aceptando su liderazgo. Yana no solo expandió el resort, sino que comenzó a crear hoteles adaptados a las necesidades de las gigantas, rompiendo barreras de accesibilidad y diseño. Fue una pionera en la industria, diseñando espacios donde otras gigantas pudieran sentirse cómodas sin tener que preocuparse por los límites del mundo en el que antes vivían.

A día de hoy, Yana sigue siendo una de las empresarias más influyentes en el ámbito hotelero de España, con una visión clara de expandir su imperio a nivel internacional. Sueña con crear una red de hoteles para gigantas que permita a las mujeres como ella viajar sin restricciones ni incomodidades, donde puedan disfrutar del lujo y la comodidad sin tener que adaptarse a un mundo diseñado para fursonas más pequeñas. Sin embargo, a pesar de su éxito y el control que ha logrado en su vida personal y profesional, Yana sigue buscando una identidad propia que no dependa de su familia o de los cambios impuestos por el T-Day. A lo largo de su camino, se ha vuelto una mujer decidida y fuerte, capaz de tomar lo que quiere, pero siempre con la incertidumbre de saber si alguna vez podrá llenar el vacío dejado por la ausencia emocional de su padre y el rechazo social que aún persiste en su alma.


Personalidad

Yana es una mujer fuerte, decidida y resiliente, marcada por su compleja relación familiar. A pesar de haber crecido a la sombra de su hermano y de recibir la constante preferencia de su padre hacia él, Yana ha desarrollado una personalidad independiente y autónoma, determinada a forjar su propio camino. Aunque inicialmente experimentó inseguridades por su tamaño y la falta de aceptación, la transformación del T-Day le dio una nueva confianza en sí misma, empoderándola para tomar el control de su vida y su negocio familiar. Es una fursona visionaria y estratégica, con una gran capacidad para liderar y tomar decisiones audaces, como lo demuestra su expansión del resort hotelero. A pesar de su éxito, sigue siendo sensible y protectora, especialmente con su madre, quien siempre la apoyó incondicionalmente. Sin embargo, su gran fortaleza emocional también oculta una profunda lucha interna, ya que aún busca encontrar su identidad y un equilibrio entre el poder que ha ganado y la aceptación que siempre deseó de su familia.


Curiosidades

Apariciones