Datos
Nombre Vera
Edad 25 años
Raza Marta
Oficio Cazadora
Ubicación Talavera de la Reina

Biografía

Vera nació en el tranquilo municipio de Talavera de la Reina, en el seno de una familia humilde pero cálida. Como la menor de tres hermanos, fue recibida como el tesoro de la casa, rodeada de amor y atenciones. Desde pequeña, destacaba por su carácter vivaz y sus ojos únicos: uno verde, vibrante y lleno de vida, y otro rojo, intenso como la pasión. Este rasgo, conocido como heterocromía, fue motivo de admiración entre sus vecinos y compañeros, pero también de algunos comentarios malintencionados que Vera siempre ignoró con una sonrisa.

La pequeña escapista
Desde los primeros meses de vida, Vera mostró una habilidad inusual para escapar de cualquier confinamiento. Ni las cunas, ni las sillitas de bebé, ni los parques infantiles lograban retenerla por mucho tiempo. En cuestión de minutos, encontraba la manera de deslizase fuera de cualquier recinto, siempre reapareciendo en lugares inesperados, a menudo con una mueca de satisfacción en su pequeño rostro. Aunque su familia temía constantemente por su seguridad, nunca pudieron contener las risas al verla disfrutar de sus travesuras sin un solo rasguño.

Este talento natural para escabullirse creció con ella. Durante su adolescencia, se convirtió en la experta en evadir responsabilidades. En el instituto, Vera era conocida tanto por su habilidad para escaquearse de las clases más tediosas como por las selfies que tomaba en lugares del campus donde ningún estudiante debía estar. Subía estas fotos a sus redes sociales, presumía ante sus amigas, y disfrutaba de la mezcla de regaños y admiración que generaba. Aunque sus profesores la veían como un dolor de cabeza, Vera era una chica carismática, y nadie podía negar que su ingenio era fuera de lo común.

Al terminar sus estudios, Vera se encontró en un terreno desconocido. Mientras sus hermanos y amigas seguían caminos definidos, ella se sentía atrapada en un ciclo de indecisión. Sus intentos de encontrar una carrera o un empleo estable eran fugaces; su espíritu libre no encajaba con las estructuras rígidas del mundo laboral. Sus padres, preocupados por su aparente falta de rumbo, intentaban apoyarla, pero Vera siempre encontraba excusas para evitar compromisos serios.

Su vida parecía una búsqueda interminable de aventuras efímeras, hasta que una noche todo cambió. Una noche, mientras caminaba sola por las calles menos transitadas de su barrio, Vera fue sorprendida por tres machos. Se movieron rápido, bloqueándole cualquier vía de escape y empujándola hacia un callejón oscuro. Por primera vez en su vida, Vera sintió miedo verdadero. Sus habilidades de escapismo eran inútiles frente a la fuerza y la intención de sus agresores. La desesperación la invadía mientras ellos se acercaban, pero justo cuando parecía que todo estaba perdido, el cielo se cubrió de un extraño resplandor rosa.

Una nube densa descendió rápidamente, envolviendo a todos en su espesor. Vera sintió un calor abrasador recorrer su cuerpo mientras este comenzaba a cambiar. Sus músculos se expandieron, su estatura se disparó hasta alcanzar los 4,90 metros, y un vigor primitivo despertó en su interior. Al mirar hacia abajo, descubrió que entre sus piernas había aparecido un imponente miembro equino.

El miedo que había sentido un instante antes desapareció por completo. Los machos, que hasta hacía unos segundos eran sus depredadores, ahora parecían pequeños y patéticos. Con una sonrisa feroz, Vera los enfrentó, convirtiéndolos en el objeto de su recién despertada lujuria y fuerza. Esa noche, ella dejó de ser una presa para convertirse en la cazadora.

Tras el T-Day y el surgimiento de la sociedad giganta, Vera encontró un propósito que encajaba perfectamente con su naturaleza: convertirse en una cazadora de machos fugitivos. Inspirada por su propia experiencia y deseosa de evitar que otras hembras pasaran por lo que ella vivió, se unió a las filas de las cazadoras, destacando rápidamente como una de las más eficientes y temidas.

El tamaño de Vera podría haber sido un obstáculo, pero su ingenio y habilidades de sigilo, desarrolladas desde niña, la convirtieron en una experta en la caza nocturna. Su pelaje negro la hace casi invisible en la oscuridad, y su astucia le permite tender trampas y acechar a sus objetivos con precisión quirúrgica. Mientras otras gigantas dependen de la fuerza bruta, Vera combina su intelecto y velocidad para ser letalmente efectiva.

A menudo, trabaja sola, prefiriendo la tranquilidad y el desafío de depender únicamente de sus habilidades. Para Vera, cada captura es más que una misión: es un recordatorio de que nadie volverá a arrebatarle el control de su vida.

En la actualidad, Vera es una figura conocida en los círculos de cazadoras. Sus compañeras la admiran tanto por su astucia como por su determinación. Aunque su personalidad sigue siendo traviesa y desinhibida, ahora canaliza esa energía hacia un propósito claro: proteger a las hembras y garantizar que los machos peligrosos no encuentren refugio. A pesar de su vida como giganta cazadora, Vera sigue siendo fiel a sí misma. De vez en cuando, no puede resistir la tentación de tomarse una selfie en plena misión, disfrutando del contraste entre la sombra que caza y la luz que siempre ha brillado en ella.


Personalidad

Vera es una marta astuta, traviesa y tremendamente independiente. Siempre ha sido el alma libre del grupo, capaz de convertir cualquier situación en un juego o una aventura. Aunque en su juventud evitaba las responsabilidades, tras el T-Day encontró un propósito que la apasiona. Es ingeniosa y confiada, combinando su naturaleza juguetona con una determinación férrea para proteger a las hembras y enfrentarse a los machos peligrosos. A pesar de su nueva fuerza y tamaño, Vera conserva un aire despreocupado y un toque de humor, disfrutando de la vida sin perder su esencia.


Curiosidades

Apariciones