
Biografía
Contra, una gata nacida en Pamplona, es el fruto de una intensa pero efímera historia de amor entre su madre, una gata de extraordinaria belleza y una inocencia casi infantil, y su padre, un gato astuto y calculador que siempre había vivido a base de conquistar corazones sin intención de quedarse. Lo que comenzó como una aventura de verano terminó en matrimonio, pero no por amor verdadero, sino por las expectativas sociales y la ingenuidad de su madre, quien siempre creyó en lo mejor de los demás. Contra creció en un hogar donde las apariencias eran lo más importante. Su madre, sin darse cuenta de la doble vida de su esposo, dedicaba su vida a proteger y cuidar a su hija, mientras que su padre seguía con sus infidelidades, siempre ocultando con habilidad sus traiciones.
Desde que era una niña, Contra demostró ser excepcional. No solo heredó la belleza de su madre, sino que también desarrolló una inteligencia aguda y una curiosidad insaciable. Mientras otras niñas jugaban, Contra prefería resolver acertijos y desmontar cualquier cosa que llamara su atención, buscando entender cómo funcionaba el mundo a su alrededor. Este comportamiento intrigaba y preocupaba a sus padres en igual medida, aunque su madre, siempre dispuesta a ver el lado positivo, la alentaba a seguir explorando su potencial.
En el instituto, Contra se destacó como una estudiante sobresaliente, pero también como alguien que no aceptaba las respuestas fáciles o las explicaciones superficiales. Sus profesores pronto descubrieron que no podían engañarla con excusas o datos vagos, pues siempre investigaba hasta llegar a la verdad. Esta característica la convirtió en la fursona a la que todos acudían cuando había un misterio o una travesura por resolver. Contra era capaz de reconstruir cualquier evento a través de la más mínima pista, algo que sus compañeros admiraban e incluso temían.
Pero fue esta misma capacidad la que la llevó a desentrañar el mayor misterio de su vida: las infidelidades de su padre. Aunque su madre vivía en la ignorancia, los pequeños detalles que su padre dejaba escapar no pasaron desapercibidos para Contra. Observaba los patrones en sus horarios, los cambios en su actitud cuando estaba en casa y, sobre todo, las mentiras que contaba con demasiada facilidad. Contra comenzó a seguirlo, primero por curiosidad, y luego por una necesidad creciente de saber la verdad. Con su instinto de investigadora en pleno funcionamiento, empezó a reunir pruebas: fotos de su padre con otras hembras, registros de llamadas, mensajes ocultos. Todo encajaba, y lo que descubrió la dejó devastada.
Cuando decidió contarle todo a su madre, esperaba lágrimas, pero en su lugar encontró una fría determinación. Ambas acordaron que era hora de enfrentar a su padre con las pruebas en mano. Estaban listas para el confrontamiento, pero no anticipaban lo que estaba por venir.
El día que planeaban enfrentar a su padre, una extraña nube de gas rosa descendió sobre Pamplona, marcando el comienzo del T-Day, el evento que cambiaría el curso de la historia. Contra, al igual que muchos otros, fue alcanzada por el gas. Sintió cómo su cuerpo se descomponía y se volvía a ensamblar de formas imposibles. Su estatura aumentó dramáticamente hasta los 4,57 metros, una transformación que no solo afectó su físico, sino también su mente y su naturaleza. Su feminidad quedó atrás, pues el gas alteró también sus genitales, convirtiéndolos en masculinos. Lo más inquietante fue el surgimiento de un instinto primario, casi animal, que la invadió.
Cuando su padre cruzó la puerta, el plan de enfrentarlo verbalmente quedó en el olvido. Contra, consumida por una rabia descontrolada y una necesidad de justicia instintiva, cargó contra él. Aunque los detalles de ese momento son un vacío en su memoria, el resultado fue claro: su padre no sobrevivió. Lo que ocurrió exactamente sigue siendo un misterio, ya que su madre, en su dolor, se ha negado a hablar del incidente. Pero desde entonces, Contra vive con la incertidumbre de no saber hasta qué punto fue responsable de la muerte de su propio padre.
El trauma de ese evento no detuvo a Contra. Tras su transformación, fue reclutada por SinCorp, la corporación responsable del gas que causó el T-Day. La empresa, siempre necesitando agentes con habilidades especiales, vio en Contra a una investigadora brillante y una giganta formidable. Ahora, Contra utiliza sus capacidades para rastrear a aquellos que intentan sabotear la empresa o sus operaciones. Su trabajo es implacable: sigue pistas, desentraña conspiraciones y persigue a quienes se interponen en el camino de SinCorp.
Personalidad
Contra es una mente calculadora y analítica, dotada de una aguda curiosidad que siempre la impulsa a desentrañar misterios y descubrir lo que otros prefieren mantener oculto. Desde pequeña ha sido implacable en su búsqueda de la verdad, lo que la convierte en una investigadora nata, capaz de seguir pistas mínimas hasta llegar al fondo de cualquier situación. Su inteligencia fría y su habilidad para pensar estratégicamente la hacen destacar entre las demás, prefiriendo siempre resolver los problemas con lógica antes que con violencia.
Sin embargo, tras el T-Day, el instinto salvaje despertado por su transformación ha añadido una nueva dimensión a su personalidad. Aunque sigue priorizando la razón, no duda en usar la fuerza cuando es necesario, combinando su agudeza mental con una potencia física abrumadora. Contra es ferozmente leal a SinCorp, la empresa que le ha dado un propósito tras su transformación, y se ha convertido en su protectora más tenaz. A pesar de su exterior frío y reservado, en su interior aún lucha con las consecuencias emocionales de su pasado, en especial, el recuerdo fragmentado del ataque a su padre.
Suele mantener una distancia emocional con los demás, confiando solo en aquellos que han demostrado su valía, y en su trabajo es meticulosa, eficiente y completamente dedicada. Aunque puede parecer implacable, Contra está impulsada por un sentido de justicia personal, marcado por el deseo de que nadie más sufra las mentiras y traiciones que ella misma vivió.